Un amigo me habló del plinko casino. Al principio no le presté mucha atención, pero luego me di cuenta de que jugaba casi todas las noches, como parte de su rutina. Decía que le ayudaba a relajarse después del día, una especie de "desconexión activa".
Al final, lo probé por curiosidad. Y la verdad, me sorprendió. Es simple, casi mecánico, pero tiene algo que engancha. No hace falta ser un experto ni un gamer; de hecho, conozco a gente que nunca había jugado a nada y ahora le echan un rato cada día. Hay algo hipnótico en ver las fichas rebotar, esa mezcla de azar y expectación. Suena raro, pero funciona.
6 vistas