¿Qué onda, gente? En México un amigo me retó a “jugar solo diez minutos” porque dice que el problema es la ansiedad, no el azar. Para no hacer trampa, puse cronómetro y en medio del reto abrí pin up mexicana con apuestas chiquitas, nada de héroe. Me interesó que puedes entrar, jugar y salir sin sentir que te pierdes en pantallas. La sesión fue rápida: un par de rondas malas, una buena que equilibró y listo, se acabó el tiempo. Me fui satisfecho porque cumplí el reto y no me quedé enganchado.
¿Qué onda, gente? En México un amigo me retó a “jugar solo diez minutos” porque dice que el problema es la ansiedad, no el azar. Para no hacer trampa, puse cronómetro y en medio del reto abrí pin up mexicana con apuestas chiquitas, nada de héroe. Me interesó que puedes entrar, jugar y salir sin sentir que te pierdes en pantallas. La sesión fue rápida: un par de rondas malas, una buena que equilibró y listo, se acabó el tiempo. Me fui satisfecho porque cumplí el reto y no me quedé enganchado.